En este contexto de la Economía del Conocimiento, aumentar la inteligencia competitiva permite a las organizaciones tomar decisiones objetivadas. Una de las principales clave del éxito de cualquier organización radica en un adecuado conocimiento del entorno y sus grupos de interés, y a tiempo.

Dado que existe una importante cantidad de herramientas de investigación, es cada vez más necesario poner a las personas usuarias en el centro. Más allá de saber preguntar, hay que buscar una correcta comprensión de sus necesidades, identificando el reto que se trata de resolver.

Proponemos un enfoque pragmático para ayudar a las organizaciones a trabajar hacia las acciones y no solo en ideas o estrategias.

Damos soluciones a retos complejos combinando la empatía para entender el contexto de un problema, creatividad en la generación de soluciones y reflexión para analizar y adaptar las soluciones al citado contexto. Gracias al conocimiento y la técnica etnográfica, buscamos las claves para el diseño de servicios y la innovación en productos.

No percibimos conscientemente, sino metaconscientemente. Lo que las personas usuarias dicen y expresan en encuestas no siempre coincide, ya que las motivaciones de compra son emocionales e instintivas, es decir, no concientes. Interesa, por tanto, medir sus emociones.
identificar el papel que juegan las emociones en todas las fases de compra de un producto, desde el primer paso basado en la creatividad de identificación de un producto o diseño, hasta la última fase de adquisición del mismo, ya sea en los entornos comerciales, o a través de plataformas virtuales. Todo este proceso se llevará a cabo mediante el apoyo y desarrollo de nuevas tecnologías de medición de parámetros psicofisiológicos de los compradores y usuarios, de manera que permita generar un sistema de recomendación inteligente para productos exitosos y la mejora de la experiencia de compra, basándose en las emociones de los compradores.